• About

— Garras de Astracán —

Archivos mensuales: julio 2013

Una Madrugada

23 Martes Jul 2013

Posted by Elena in 2013, Personal

≈ 10 comentarios

Princesa

Son las 6:15 h de la mañana de un martes que aún no ha amanecido. El futuro rey de Inglaterra acaba de nacer. Me he levantado de la cama a pesar de haber ocupado las dos horas que he permanecido sobre ella leyendo furiosamente, saltando páginas como un escalador en la cima, por espacio de 10 en 10 escalones, para llegar a un final que me carcomía. No suele ser mi costumbre. He cerrado el libro, he comprobado mirando al techo durante largo tiempo el enorme tamaño de la cama de matrimonio donde mis brazos y piernas abiertas no aciertan a tocar ambos filos, fresca, suave, color almíbar, y he sopesado la decisión de levantarme o dar rienda suelta a un incipiente deseo sexual.

He ido a la cocina y he comido un buen puñado de almendras, de pie, sobre la encimera. Ando descalza. Sólo llevo puesta sobre la ropa interior una viejísima camiseta de un equipo de Florencia, producto de un viaje hace milenios y que recuerdo haber observado puesta, al menos, a dos de mis exparejas. Al levantar fugazmente los ojos he visto reflejado en el cristal aún oscuro de la puerta de la terraza el perfil de mi cuerpo, la camiseta deja ver la curva que sube desde los muslos hacia la espalda, y tengo la melena más larga que nunca he tenido, tanto que en breve creo que podré taparme los pechos; noto huesos y perfiles en mi anatomía que antes han estado escondidos. Si no supiera que no vive nadie más en esta casa, por un segundo me hubiera preguntado quién es ella.

No he dormido nada desde que me desperté la mañana de ayer pero no tengo sueño, ni cansancio. Sé que no padezco de insomnio ni tengo los horarios cambiados ni estoy ociosa ni nada por el estilo, ningún lugar común al que culpar, salvo una mente que cuando dice de echar a andar literalmente le gana el pulso a la biología. Simplemente aprieta el interruptor y pone el automático. Tengo programadas veinte cosas para este día que aún no nace, y no sé cómo llegaré a resolverlas, si es que no decido en los próximos 40 minutos apearme del mundo sin mayor explicación. Al fin y al cabo, es pleno verano y no depende de mí el intenso recorrido de la productividad mundial. Oigo cómo mi vecino de arriba acaba de abrir el grifo de la ducha, y cómo, sobre su mesilla de noche, continúa vibrando la alarma del móvil que usa de despertador y que no ha desactivado. Todo lo demás, salvo el teclear de mis dedos, es profundo silencio.

¿Qué he estado haciendo hasta las 4 de la mañana? Navegar, qué bonita palabra, qué raramente poética suena para referirse a algo relacionado con la tecnología. Leer un montón de blogs y tumblr, buscar cosas que me interesan de todo tipo de pelaje, enlaces atrasados, críticas de cine, de libros, ver vídeos, escuchar músicas, leer todo tipo de prensa y artículos de opinión, escribir, facebook, twitter y alimentarme por los ojos en una palabra. Por eso me he olvidado de cenar. Tal cual. Fue el primer indicio de que iba a ser una noche de batalla perdida para la biología.

¿Se despedirá con un beso mi vecino de arriba de su mujer? Apuesto que no. Durante algunos años escuché cómo encargaban a sus dos hijos y ahora los gritos que me llegan ya no son de placer. Ella tiene ojeras cuando alguna vez me la cruzo en el ascensor. No somos amigas, sólo somos amables vecinas educadas, pero sé de su intimidad como si fuera su alma gemela. Como supongo que mis vecinos del piso de abajo sabrán de la mía, aunque ellos pueden optar entre gritos de placer o silencio; nunca he sido discutidora ni he perdido los papeles, o al menos, el volumen de mi voz. En el sexo tal vez; recuerdo que una vez también llegué a perder por unos momentos hasta la consciencia… Aquello estuvo bien. Francamente bien. Dormí doce horas seguidas después… Esto se está empezando a parecer a los Diarios de Anaïs Nin … ya no sé ni lo que escribo. Me he vuelto impúdica.

Algún día te contaré una historia con la que vas a flipar, pero será dentro de algunos años. Ahora siento que debo dejarte ir.

Acaba de amanecer… Esta enorme Luna llena ya se ha dormido. Hay un nuevo heredero a una corona milenaria en el mundo, y yo soy una princesa que aún no sabe dónde está su pequeño reino, mi sangre ha resultado ser toda roja y no tengo Chambelán ni Camarlengo a mis espaldas, como el futuro rey.  Bienvenido a la república independiente de mi casa.

Habrá que darse una ducha, princesa. El martes comienza.

—

Anuncios

Tu voto:

Compartir

  • Tweet
  • Correo electrónico
  • Más
  • Compartir en Tumblr
  • Imprimir

Perdóname, Señor, que vivo intoxicada

14 Domingo Jul 2013

Posted by Elena in 2013, Mitos, Personal, Reflexiones, Sociedad

≈ 6 comentarios

BMz-rVHCEAAUWFo

Está muy de moda eso de hablar de vampiros emocionales. En esa nueva corriente de psicología new age del “Sé feliz a toda costa” aparece irremediablemente la necesidad de identificar y eliminar de tu vida a esas personas bautizadas ahora como “Vampiros emocionales” o “Agujeros negros” (por aquello de que roban toda tu energía, y por tanto, toda capacidad de discernimiento, autosuficiencia, independencia y fuerza vital), o también ese certero ejemplo de la economía del lenguaje para definir toda una personalidad llamado “Personas Tóxicas“.

Existen otros términos también asociados a ese análisis psicorrelacional, los llamados “Narcisos” (que definen una relación basada en que tú eres únicamente el espejo donde reflejar sus magníficas cualidades, como el mito clásico), y las “Madrastras o Padrastros” (progenitores incapaces de estimular las alas en sus vástagos, es decir, la sana ambición por emprender, extraídos de los cuentos infantiles). E igualmente existen los “Tóxicos Pasivos“, los víctima perpetua, desvalidos, incomprendidos, que se alimentan de provocar la compasión y la pena, reclamando una atención constante que desgasta. Todos ellos manipuladores encubiertos, pseudopsicópatas de guante blanco.

Pues como si no tuviéramos cosas ya que hacer, también debemos identificarlos, enfrentarlos y rodearles el cuello con ajos para que su muerte (es decir, sacarlos de raíz, quirúrgicamente, de tu vida) no te estropeen la cegadora felicidad a la que estás destinado. Ya te digo…

Esto es como los cuernos; resulta que todo el mundo lo sabía desde hace siglos menos el sufriente. O como la experiencia, que revela sus deliciosos frutos una vez la has cagado en proporciones siderales.

A mí me gusta hablar de personas Corcho y personas Plomo. Como si la vida fuera un navegar en un vasto océano de olas embravecidas o calma chicha, a temporadas, y fueras parando en puertos a reponer víveres y agua subiendo a personas a bordo, configurando una barca en las que se sientan ese puñado de personas con las que te relacionas íntimamente a lo largo de tu trayecto antes de darle la moneda a Caronte. (El mito griego de Caronte explica por qué a los difuntos en la antigua Grecia se les enterraba con una moneda bajo la lengua. Era el pago a Caronte, el barquero del dios Hades, señor del inframundo, que guiaba en su barca de un lado a otro del río a las almas errantes de los recién difuntos.)

En fin, para volver al tema; algunas de esas personas que subes a tu barca ayudarán sin duda a mantenerte a flote, e incluso a navegar a mayor velocidad, a hacerte sentir como Leonardo di Caprio encima de la proa del Titanic gritando “¡Soy el rey del mundooo!”; otras te arrastrarán con ellas lentamente al fondo al mínimo viento en contra, como si te hubieran liado a los tobillos un ancla y al mínimo descuido te caigas por la borda. Personas que te impiden disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, como si te apagaran el sonido cuando vas a romper a reír a carcajadas. Personas que te exigen un sobreesfuerzo para todos los avatares de la vida cotidiana.

Dejando a un lado todo esto, que puede ser verdad, y lo es, a mí me provoca una cierta desazón comprobar hoy día que todo lo que nos ocurre, el por qué no soy/he sido feliz, deba tener un culpable. Un culpable externo. De todo tiene la culpa alguien más; o tu familia, de la que has de sobrevivir; o el Estado, los Bancos, la Economía Mundial, la Política, que impiden que puedas tener perspectivas de una vida cómoda dentro de los parámetros occidentales (vivienda, trabajo, coche, vacaciones estresantes e Ipad); tus parejas, elegidas exclusivamente por ti, que te han dejado cicatrices que ríete tú de Harry Potter; tus jefes, tus compañeros de trabajo, tus antiguos compañeros de pupitre, tus vecinos, tus cuñados… todos gente “Mala” que han conseguido entre todos aguarte la fiesta y no ser feliz.

Me parece que no… yo no lo compro como discurso. Ya no, aunque a ratos he pertenecido a esa cofradía. Ahora creo en la responsabilidad por los propios actos, erróneos o acertados, por asumir ambas en primera persona con la misma conciencia. Me irrita en cierta forma (y cada vez más) esa infantilización de los adultos hoy en día. Los hay por doquier; “La culpa la tiene…(señalando con el dedo)”.

¡Pues claro que tomamos decisiones equivocadas! Claro que nos enamoramos de la persona incorrecta y nos amputaríamos seis dedos por ella, ciegos kamikazes hasta que abres los ojos, o te los abren a hostias. Claro que la vida es una pelea constante y claro que existe la ingratitud, la mezquindad, la manipulación, el interés bastardo, la injusticia. Claro que existen personas de las que mejor alejarse, cuanto antes, cagando leches, aunque tardes en darte cuenta… pero en ninguna parte está escrito que vayamos a conseguir exactamente lo que nos merecemos. Y que si no lo conseguimos, es debido a todos esos agentes externos, porque nosotros LUCHAMOS por ello. La razón debe estar fuera… No; eso es infantil. Eso sólo llevará a no aprender absolutamente nada.

Por mi parte, me adscribo a la vieja escuela del Libre Albedrío. Soy dueña de mis decisiones, y aún más, SOBRE TODO, de mis errores. Me los como, sí, fue culpa mía si pasó esto o aquello. Nadie me puso una pistola en el pecho. Hice o dejé hacer, que en el fondo son lo mismo, la inacción también es una decisión. Sin más. Y no es nada fácil, lo cómodo es lo contrario, y tampoco se hace a las primeras de cambio, se necesita un periodo de reflexión. Se asume, te caes al barro, te levantas al tiempo y te sacudes, como puedes. Pero no se desparraman las culpas, por favor.

No sé si existen Personas Tóxicas o más bien, como ahora me inclino a pensar, Personas “Porosas”. La clave, en lo que debemos emplear realmente nuestro esfuerzo, es en ser una persona fortalecida interiormente (que no fuerte, los fuertes vienen de serie, no tiene mérito alguno), poder echar mano a un bagaje emocional, intelectual, cultural, de afectos, como muletas para lanzarte a andar tras la escayolada. Al menos, esa es mi percepción a día de hoy. Si no estás fortalecida, absorberás como una esponja. Y el agua puede venir sucia.

La máxima del Dalai Lama;  – La Regla de las 3R – :

Respeto por ti mismo. Respeto por los demás. Responsabilidad por tus actos.

Esa es la vida. Porque el mundo entero es tóxico, si te dejas. Saltarán las alarmas por donde quiera que pises. Y si te dejas, habrá en ello una porción importante de culpa tuya. Aunque el bueno de Jean Paul Sartre y su filosofía existencialista propugnara que “El infierno son los demás“, la mayor parte de nuestros males nacen de nosotros mismos, asumámoslo. Tenemos un poder de decisión brutal a lo largo de cada día y del que no somos conscientes en absoluto. El instinto de supervivencia nos guía como borregos a perdonarnos a nosotros mismos constantemente, pero no, no es bueno perdonarse tanto, y menos, buscar siempre culpables externos. Resta la capacidad de reacción, aunque sea lenta, pero imprescindible a mi juicio. Asumir tus actos. Tus errores. El siguiente peldaño a no hacerlo es olvidar, no aprender. Eso sí que para mí es un síntoma de esa manipulación inconsciente que produce ciudadanos débiles. Infantiles. Ahora está la moda de lo de Personas Tóxicas… Me temo que así, después, no pongamos esa cara de sorpresa con lo que se ve alrededor.

—

Tu voto:

Compartir

  • Tweet
  • Correo electrónico
  • Más
  • Compartir en Tumblr
  • Imprimir

1982 semanas

02 Martes Jul 2013

Posted by Elena in 2013, Personal, Reflexiones

≈ 10 comentarios

foto2

El viernes que viene es mi cumpleaños. Y aunque aún no tengo el 4 en mi cifra vital se empieza a acercar sigilosamente… Empiezo a escuchar cositas al respecto, y una de ellas es que todavía tengo tiempo de hacer muchas cosas antes de cumplir los 40, que me quedan todavía un par de años, que los aproveche.

Eso me ha dado pie a plantearme no ya qué “cosas se deben hacer antes de los 40″, que francamente no me interesa demasiado y se acabará pareciendo peligrosamente a un libro de Paulo Coelho, sino qué “cosas no he hecho nunca hasta ahora”. Por expreso deseo o por pura casualidad, sin motivo.

Límite 38, que me conozco… Son los años que llamarán a la puerta:

###

1.- Nunca he hecho una orgía. No sé qué hago con mi vida.

2.- Nunca me he rapado el pelo al cero yo misma con una maquinilla frente al espejo, al estilo Teniente O´Neil, aunque me moriré de ganas de hacerlo hasta que me muera.

3.- Nunca he hecho muffins ni cupcakes, y si alguna vez digo que he hecho tales cosas tenéis permiso para ahogarme en la bañera.

4.- Nunca he hecho nada sin pensar al menos un segundo en las consecuencias.

5.- Nunca me he tatuado. Ya tengo suficiente con el alma. Pero no lo descarto en absoluto, todo llegará. “Versión en pruebas” tiene muchas papeletas.

6.- Nunca he sido infiel. Lo más triste de todo es que, además, ha sido por falta de ganas.

7.- Nunca he ido a un partido de fútbol. A uno de baloncesto, sí. Y lo recuerdo como viajar tumbada encima del vagón del metro a toda velocidad por los túneles. Ensordecedor.

8.- Nunca me he metido una raya de coca. Ni cuando estaba bien visto.

9.- Nunca he hecho un sudoku. En general, los pasatiempos me parecen un invento de sistemas estalinistas que buscan alienar al ciudadano. Habiendo trillones de libros en el mundo… pa qué?

10.- Nunca me he emborrachado lo suficiente como para no recordar qué hice.

11.- Nunca he tenido sexo interracial. Por hacer el chiste, creo que elegiría un percebe; tienen el pene de mayor tamaño relativo a su cuerpo. Unas ocho veces.

12.- Nunca me he partido un hueso. Ni uno; la única escayola que conozco es la del techo. Tampoco me han dado nunca puntos en una herida. ¿Seré Supermán y yo sin saberlo?

13.-  Nunca supe solucionar el Cubo de Rubik. Unineuronal, por lo visto.

14.-  Nunca he ido al aeropuerto a coger el primer vuelo que salga a cualquier parte.

15.- Nunca me he deshecho de un libro sin sentirme al menos un poquito culpable. Para mí es un trance más duro que deshacerte de tus juguetes infantiles cuando llegas a la adolescencia. Siempre les he buscado alguien que pudiera quererlos cuando ya en casa iba a tener que salirme yo.

16.- Nunca he viajado sola, viajes de ocio, se entiende. Excepto en coche hacia la playa.

17.- Nunca me he liado con un profesor, y eso que la lista de amores platónicos docentes ha sido larga.

18.- Nunca he estado a punto de morir. Al menos, que yo me haya podido enterar.

19.- Nunca me he teñido el pelo. Ni teñido, ni hecho mechas, ni rizado, ni echado reflejos, ni decolorado, ni nada de nada. Tengo el mismo pelo con el que nací. Absolutamente virgen. Es curioso que todo el mundo me lo envidie, por cierto.

20.- Nunca he ido el primer día de Rebajas.

21.- Nunca he querido casarme. Con ninguna de mis parejas. Y las he amado mucho, muchísimo, no tiene nada que ver. No por nada especial, me da muchísima pereza, aparte de pensar en miles de cosas mejores en las que emplear el dinero. O a lo mejor es que no he dado con la persona.

22.- Nunca le he puesto las bragas en la boca a nadie en la primera cita.

23.- Nunca he jugado a ningún videojuego. Nada. Cero. Y no porque tenga nada especial en contra… no sé…

24.- Nunca le he pegado una patada en los huevos a alguien por más que se lo mereciera. Maldito autocontrol.

25.- Nunca he querido dejar de fumar. Realmente querido, no.

26.- Nunca he bebido Absenta. Y estoy loca por probarla, con todo su ritual del azucarillo. El Hada Verde de los bohemios del París de finales del XIX. A día de hoy está prohibida en Francia.

27.- Nunca me han llevado a comisaría. De hecho, la única multa de tráfico que me han puesto conseguí rebajarla in situ. Y no, no hice favores sexuales.

28.- Nunca he hecho hoy algo que pudiera hacer mañana.

29.- Nunca he vivido fuera del lugar donde nací. Tampoco trabajado. Lo asumo como una carencia. Todo eso lo he ido supliendo en la vida viajando.

30.- Nunca he fingido un orgasmo. Increíble según las estadísticas, pero cierto. No sé si es un defecto o una virtud, y además es algo que nunca he entendido muy bien. Pa qué?

31.- Nunca he tomado cereales en el desayuno. Ni kiwi. Voy de lujo.

32.- Nunca he evitado una conversación con un desconocido. En ocasiones, son las mejores del día.

33.- Nunca he sabido tirarme de cabeza a una piscina. Sí, muy lamentable. No tengo ese momento Esther Williams en mi vida, sino más bien momento Agüela bajando por la escalerilla o sentándome en el bordillo para dejarme caer dentro. Eso sí; toda glamourosa.

34.- Nunca he atropellado a un perro con el coche. El día que pase, dios no lo quiera, querré morirme.

35.- Nunca he sabido apreciar del todo el marisco. Me admira cómo la gente se vuelve loca por él.

36.- Nunca me he mordido las uñas. Es una gilipollez, sí, pero hay gente que dice que el mundo se divide así. Como lo de hacer el amor con calcetines o sin ellos.

37.- Nunca he perdido el móvil, ni las llaves, ni el bolso, ni la cartera. La dignidad sí, eso en múltiples ocasiones. Y aumentando.

38.- Nunca podré dejar el puto vicio de hacer listas. Droga más dura que el caballo para mí.

Bueno, de momento ya he elegido la canción para el día de mi trigésimo octavo cumpleaños. Para andar bailándola desde que me despierte hasta que acabe el día. Creo que si esta canción no te pone de buen humor, al menos, estás muerto.

—

Tu voto:

Compartir

  • Tweet
  • Correo electrónico
  • Más
  • Compartir en Tumblr
  • Imprimir

Elena

Sobre mí

Soy una mujer íbera, una de tantas; temo como una celta, cuento como una fenicia, pienso como una griega, hablo como una romana y amo como una árabe.

Sobre el resto, vida en construcción.

Twitter

Mis tuits

Página de Facebook

Página de Facebook

Meta

  • Registrarse
  • Acceder
  • RSS de las entradas
  • RSS de los comentarios
  • WordPress.com

Seguidores (48)

Seguir este blog y recibir notificaciones de nuevas entradas por e-mail.

Estadísticas

  • 21.093 visitas
julio 2013
L M X J V S D
« Jun   Ago »
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
293031  

Categorías

  • 2006 (9)
  • 2007 (24)
  • 2008 (6)
  • 2012 (21)
  • 2013 (31)
  • 2014 (3)
  • 2015 (1)
  • 2016 (1)
  • 2017 (1)
  • Antonio Gasset Dubois (1)
  • Benitez Reyes (1)
  • Charles Bukowski (1)
  • Cine (8)
  • Citas (1)
  • Cortázar (1)
  • Diane Arbus (1)
  • Elogio de la Lectura (7)
  • Escultura (2)
  • Feminismo (7)
  • Fotografía (8)
  • García Montero (1)
  • Iglesia Católica (6)
  • José Luis Sampedro (1)
  • K.D. Lang (1)
  • LGTB (2)
  • Literatura (21)
  • Louise Bourgeois (1)
  • Lucía Etxebarría (1)
  • Marguerite Yourcenar (1)
  • Mario Benedetti (1)
  • Martín Hache (1)
  • Maruja Torres (1)
  • Música (9)
  • Millás (3)
  • Mitos (2)
  • Mujer (1)
  • Perez Reverte (2)
  • Personal (56)
  • Política (2)
  • Portugal (1)
  • Ray Loriga (1)
  • Reflexiones (23)
  • Reflexiones Semanales (2)
  • Relaciones (9)
  • Sam Savage (1)
  • Sevilla (4)
  • Sexo (3)
  • Sida (1)
  • Sociedad (23)
  • Terenci Moix (1)
  • Viajar (1)
  • Virginia Woolf (1)

Archivos

  • diciembre 2017 (1)
  • diciembre 2016 (1)
  • abril 2015 (1)
  • noviembre 2014 (1)
  • marzo 2014 (2)
  • enero 2014 (1)
  • noviembre 2013 (1)
  • septiembre 2013 (1)
  • agosto 2013 (2)
  • julio 2013 (3)
  • junio 2013 (7)
  • mayo 2013 (2)
  • abril 2013 (10)
  • marzo 2013 (4)
  • enero 2013 (3)
  • diciembre 2012 (5)
  • noviembre 2012 (9)
  • octubre 2012 (3)
  • septiembre 2012 (1)
  • abril 2011 (1)
  • noviembre 2008 (1)
  • octubre 2008 (1)
  • septiembre 2008 (1)
  • agosto 2008 (1)
  • julio 2008 (1)
  • junio 2008 (2)
  • abril 2008 (1)
  • marzo 2008 (1)
  • diciembre 2007 (2)
  • noviembre 2007 (1)
  • octubre 2007 (1)
  • agosto 2007 (2)
  • julio 2007 (3)
  • junio 2007 (4)
  • mayo 2007 (4)
  • abril 2007 (4)
  • enero 2007 (6)
  • diciembre 2006 (1)
  • noviembre 2006 (3)
  • octubre 2006 (2)
  • septiembre 2006 (3)
Anuncios

Nota Importante

Las imágenes contenidas en este blog han sido recopiladas durante años a través de Google Images, sin otro fin que el disfrute o interés personal. Por tanto, si posee derechos de propiedad o copyright sobre alguna de ellas y no es especificado, por supuesto será retirada inmediatamente a solicitud o bien será añadido crédito sobre la autoría una vez sea informada.

Blog de WordPress.com.

Cancelar
loading Cancelar
La entrada no fue enviada. ¡Comprueba tus direcciones de correo electrónico!
Error en la comprobación de email. Por favor, vuelve a intentarlo
Lo sentimos, tu blog no puede compartir entradas por correo electrónico.
Privacidad & Cookies: este sitio usa cookies. Al continuar usando este sitio, estás de acuerdo con su uso. Para saber más, incluyendo como controlar las cookies, mira aquí: Política de Cookies.